domingo, 14 de marzo de 2010

Nos recorrimos toda la ciudad, íbamos andando y yo iba embelesada con tu actitud, con tu chaqueta perfectamente acomodada a tu cuerpo preso de mis deseos.
Nos metimos en una tienda de música, de esas que venden viejas reliquias que agradeces escuchar en un día tan precioso como este.
Me miras con tus ojos azules, me coges la mano y me llevas a la calle de la música de los 60, me pones los cascos y te pones detras de mi con tus manos en mi cintura, esperando a que te de mi opinión sobre la canción, pero no puedo y solo alcanzo a decirte un..."me gusta".El simple hecho de sentir tus manos en mi cintura, me sube a las nubes.
Salimos de la tienda, hace un sol espléndido, y compramos cervezas y nos vamos al parque a disfrutar del sol. Me siento en el suelo y me levantas y acabo en tus brazos, todo el mundo nos mira, y tu dices que eso te encanta.
Empiezas a besarme descaradamente y a bailar como un loco conmigo, yo te sigo y caemos al suelo riéndonos sin parar.
Bebo un trago, me besas, bebo un trago, te beso, pensando que esto, solo es el principio.

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