viernes, 22 de abril de 2011

Eres

Eres como uno de esos chocolates que te los introduces en la boca y cuando tragas tienen un suspiro amargo, y quieres más y más.
Eso me pasa contigo, te deseo tanto que me duelen las sienes y mi pecho muere por salir. Tengo que desabrochar un botón para liberar este desasosiego, pero se dispara solo.
Se que sabes que me pones así y tu silencio es descarado y algo chulesco, pero tras una breve pausa, me abrasas con tus palabras calientes como un clavo ardiendo y me transportas a otro mundo, a un mundo de colores, de lujuria, de arlequines y malabaristas y yo en el medio, atónita, sin saber que hacer, entregándome al mundo que me regalas cuando pronuncias dos palabras cerca de mi oido.
"quiero verte" y yo me derrito en tus labios como un helado de nata al sol.
"quiero comerte" y mis pulsaciones se aceleran mientras quieren desabrocharte la camisa y los pantalones y el alma y las ganas de apagar un poco el ansia.
Y mientras coges tu cerveza en aquel antro oscuro, me observas, bebiendo de un trago lo que queda, aclarando tu garganta para pronunciar una sola palabra que me llevará al placer máximo.
"Vámonos".