Cuando se que voy a verte estoy feliz, no puedo evitar ponerme guapa y arreglarme, mi estado de ánimo me dice que lo haga. Abro la puerta de mi casa, bolso en mano, lo llevo todo, las entradas del teatro, caramelos, cacao de labios y cámara de fotos para captar todos nuestros momentos.
Estoy en el ascensor, voy nerviosa, ausente con el mundo, sumergida en mi música y en mis pensamientos más azules. Se que con tan solo andar un poco y cruzar esa esquina voy a verte, se que vas a estar ahi, esperándome como siempre lo haces. Siempre estás antes que yo, tu puntualidad me arrebata, como tambien me arrebata tu mirada en la distancia. Me estas viendo llegar y te gusta verme llegar así, nerviosa, feliz...te encanta que se me dibuje la sonrisa más enorme cuando consigo verte.
Yo mientras ando como embobada mirando tu mirada azul, tus ojos azules, azules como mis pensamientos.
Consigo elevarme un poco de puntillas pero justo cuando lo hago tu agachas un poco para besarme dulcemente, pasionalmente, lentamente.
Comenzamos a caminar y yo mientras voy contándote todo lo que se me pasa por la mente, no paro de hablar, soy una loca, pero tu en vez de callarme solo me besas y me escuchas.
No te das ni cuenta, pero no puedo parar de embelesarme con tu cuerpo, me gusta la camisa que llevas hoy. Se que no habrás pensado mucho lo que ponerte y eso es lo que más anonadada me deja.
Seguimos andando hasta que llegamos al teatro, me besas en la puerta, y yo siento que nuestra historia debería ser representada.
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